jueves, 28 de febrero de 2008

Tan natural, tan artesanal y tan doméstico

¿¿Qué es lo natural?? Son tantas las publicidades que dicen “100% natural”, “producto natural”, etc, etc. Pero ¿¿de qué estamos hablando?? Estoy pensando mucho al respecto y cada vez me inclino más por la idea de que cada época y cada cultura tiene una noción diferente de natural. De naturalidad. Es una cosa muy contundente.Los chicos que viven en el campo o en la playa o en zonas no urbanizadas tienen una sensación de naturaleza completamente diferente a los que vivimos en ciudades. Seguramente esta es una de las causas principales de que tengamos que reforzar la idea de lo natural en nuestra vida cotidiana. Todo el tiempo nos estamos vendiendo a nosotros mismos distintos matices de lo natural.
En el Cippodromo se estuvo hablando de esto hace muy poco en relación a un texto de Camille Paglia (¡¡cuánto que tengo que leer!!). Hay un natural que es un programa de lo cultural. Una naturalidad artesanal.
En otra época las naturalezas estaban muertas, pero hoy están realizadas por un craft de mucho esmero.
Ahora necesito investigar más que es esto de una naturaleza artesanal (es mi concepto de hoy ¡¡qué excesiva!!). Y enseguida me acuerdo de los Microcosmos de Paula Rivas.
Porque en estos universos en miniatura enseguida vemos la naturaleza. Y están realizados con materiales industriales. Materiales que no esconden ni disimulan en ningún momento su condición de tales. ¡¡Y sin embargo no dejamos de ver la naturaleza en ellos!! Es un efecto, claro. ¿¿Un efecto natural?? Tal vez. Puede ser. Pero sí sé que es artesanal. Hay un oficio. A mí me encanta cuando un artista tiene que inventarse un modo de hacer las cosas. Porque, si un artista no investiga sensiblemente en los materiales ¿¿quién lo hará??
Es algo que el arte jamás debería perder. Porque los planetas que Paula recorre son sus materiales, a los que reinventa, conjuntamente con una idea de naturaleza.
Son materiales que habían sido creados para otra cosa. Y ella les descubre una naturaleza particular. Una escala.
Porque ese es otro de sus hallazgos: la escala. ¡¡Que bellos que son!! En una época donde le tenemos tanto rechazo a la palabra belleza Paula se adentra en esta naturalidad sin problemas.
En los 90 hubo muchos artistas que reclamaron para sí esta palabra. Ahora Paula le suma la palabra natural y nos hace reflexionar en qué quiere decir lo natural. Porque no se trata de ir a buscar lo natural fuera de nuestra vida inmediata, afuera de las ciudades, sino en lo que nos rodea.
A mi me encantan las plantas, regarlas cada mañana antes de desayunar, aunque me levante a cualquier hora. Pero si no me gustara, sería genial tener estos microcosmos.
Porque son un mundo vegetal. Un mundo de formas fantásticas y discretas.
Esa es otra de las cualidades que más me entusiasman de sus creaciones. Son todo lo contrario a lo estridente. Son obras reposadas, para contemplar.
Una naturaleza artesanal y doméstica. Todas palabras que me encantan y que deberíamos revalorizar. Por ahí ya empezaron a estar revalorizadas hace rato.
Pero seguro que no en la escala que nos gustaría.