jueves, 3 de septiembre de 2009

Escucho con los ojos

¡¡cenestesia!! Dicen que es un desarreglo de los sentidos.
Para mí es al revés. Es arreglarlos.
Es que unos sentidos enseñen a los otros.
Es que los sentidos se quieran, se respeten y colaboren entre ellos de otra forma.
No sé cuál.


Daisy teacher me pregunta por mail (le pregunta a un montón de gente copada) qué es para mí escuchar.
Me pongo a pensar ¡¡es una responsabilidad estar en su Diccionario!!
Una responsabilidad que está buenísima.
Escuchar es aprender.
Es dejar entrar al otro.
Al mundo.
Es darle paso a la sensibilidad.
A una sensibilidad que nos obliga a "estar alertas".


¿¿Alerta a qué??
A lo que nos rodea.
Porque nosotros somos también rodeantes de cosas y personas.
Escucho con los ojos.
Con el corazón.
Con las manos.
Con los pies.
Con cada milímetro de mi piel.
Decir "te escucho" es decir te respeto.
Existís y sos importante para mí.


Escuchar al mundo como se escucha una canción.
Yo escuché a las Madonnas de Daisy.
A todas sus ofrendas.
Escuché esa sinfonía de cariño, de devoción, de entrega.
Escuché el universo en sus detalles.
Estuvo rebueno.